miércoles, 28 de enero de 2009

Una estrella, dos estrellas...





Una estrella, dos estrellas...

hermanas gemelas.

Abarcan un pequeño espacio

en el cielo, la mitad del globo

puede ver su luminoso

rostro.

Mi edad eterna, su brillo

efímero: tras las ventanas

de gas tóxico

que ocultan las respuestas

de miles de años luz.



Una estrella, dos estrellas...

jugando con mi ilusión,

se muestran tras espejos,

nunca se mueven ni cambian

de posición:

en mis ojos se reflejan

las mentiras y decepción.



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