viernes, 5 de diciembre de 2008

Coeur

Para mí desolación


Esto que tienes en tus manos
se puede seccionar en partes.
Con un escalpelo,
justo, como una canción
para decir adiós.

Es un vacío,
que duele
y se rompe
en cristales diminutos,
y vuelve a doler más.

Una pantalla oscura
que brilla por su penumbra,
que se esconde en su reflejo.

Es un patíbulo de visiones
alteradas,
cada una sangrando
según la intensidad en que
sucumbe.

El instante se desquebraja:
vas seccionando ese vacío
que se devora.

Esta ciudad,
que deja de existir.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

1 comentario: