miércoles, 28 de enero de 2009

Una estrella, dos estrellas...





Una estrella, dos estrellas...

hermanas gemelas.

Abarcan un pequeño espacio

en el cielo, la mitad del globo

puede ver su luminoso

rostro.

Mi edad eterna, su brillo

efímero: tras las ventanas

de gas tóxico

que ocultan las respuestas

de miles de años luz.



Una estrella, dos estrellas...

jugando con mi ilusión,

se muestran tras espejos,

nunca se mueven ni cambian

de posición:

en mis ojos se reflejan

las mentiras y decepción.



. . . . . . . . .. . ... . . . . . .



3 comentarios:

  1. Gracias por el comentario y la crítica. Así es, este no es un poema terminado, acaso no llegue a ser un poema. Es un divertimento de hace un par de años, que por alguna razón me dieron ganas de subir, creo que como tu dices podría llegar a trabajarse más, pero prefiero dejarlo por el momento así. Se agradece el comentario.

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  2. Cfeo que tiene razón macha. El final le falta un poco. Llévalo al taller mano. saludos

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  3. Órale, por primera vez coincido con el buen Víctor Mancha. El poema en sí me agradó, aunque es cierto que falta ser trabajado en el final. Eso sí, lo importante es que la idea de fondo sea brillante y aquí hay potencial.

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